Muchas personas que experimentan problemas emocionales están necesitados literalmente de afecto. Así que es muy importante para los padres iniciar los abrazos y besos y decir: “Te quiero.” Todo niño necesita vincularse con el padre de su propio sexo, compañeros del propio sexo y hermanos y parientes del propio sexo. Cada oportunidad es un ladrillo sobre el que construir para recrear su identidad personal. Nunca es demasiado tarde para cambiar, sanar, madurar, llegar a la plenitud de la verdadera identidad propia. Cuando eso ocurre, los deseos hacia el sexo opuesto surgen de forma natural. Un hombre debe vincularse con hombres antes de poder ser un hombre con una mujer y una mujer debe vincularse con mujeres antes de que pueda ser una mujer con un hombre. ¿Cómo educar hijos afectivamente fuertes?
Primera etapa: Vínculo (0- 1 año y medio)
- Madre y padre, alzar al bebé.
- Mírale a sus ojos.
- Pon su cabeza en tu pecho, dejándole sentir el latir de tu corazón.
- Toca su piel suavemente.
- Bésale.
Segunda etapa: Separación/Individuación/Diferenciación (1 año y medio- 3 años)
- La madre y el padre alzan al niño. El hijo se siente seguro en sus brazos, lo que proporciona lazos de amor y vínculo seguro.
- Mírale a los ojos.
- Tócale y bésale de forma sana.
- El padre y el hijo se bañan juntos.
- El padre juega con el hijo, lanzándolo al aire, haciendo actividades toscas, montando a caballo por el alrededor.
- Establecer límites: Déjale investigar (gatear y salir caminando) mientras estableces límites apropiados para la protección.
- El niño acepta el control del padre pero también se siente bastante fuerte como para separarse e individualizarse (no tiene que “cuidar de” las necesidades de sus padres).
- El padre permite que su hijo se enfade (por ejemplo, oye su ira sobre la madre y ayuda a neutralizar la fricción en la relación madre-hijo).
Tercera etapa: Socialización (3-6 años)
- El padre y el hijo juegan, practican deporte, montan a caballo, hacen juegos toscos, hacen lucha libre.
- Los dos padres lo cogen y lo besan, reforzando su vínculo seguro.
- El padre modela la expresión sana de sentimientos, enseña al hijo cómo regular las emociones, para expresarlas de forma sana (no para proyectarlas sobre los demás), auto-dominio.
- El padre y el hijo se bañan juntos, por lo que el hijo se siente cómodo como chico con su padre, “desnudo y sin vergüenza,” cómodo con su cuerpo. Pueden orinar juntos, por lo que posteriormente no le dará vergüenza orinar en la presencia de otros chicos.
- A esta edad un chico está con frecuencia enamorado de su madre (etapa de Edipo). Por lo que el padre tiene que amar a la madre y ayudar a su hijo a pasar por estos sentimientos antagónicos modelando el amor e intimidad sana de marido-esposa.
- Un chico necesita jugar con otros chicos para sentir confianza con su identidad de género.
Cuarta etapa: Pre-adolescencia (6-12/13 años)
- El contacto sano entre padres e hijo: cogerse, el brazo alrededor del hombro, abrazarse, darse la mano, besarse.
- El padre y el hijo se bañan juntos hasta que el hijo se sienta incómodo (pasando por cambios corporales).
- El padre y el hijo juegan, practican deporte, arman jaleo y luchan.
- Vínculo homo-social: El chico se vincula a compañeros del mismo sexo por medio del deporte, juegos, diversiones y de armar jaleo.
- El hijo se siente bien en presencia de su padre y de compañeros del mismo sexo.
- El padre es el líder espiritual de la familia, según nota el hijo.
Quinta etapa: Adolescencia (12/13-21 años)
- El hijo interioriza la masculinidad del padre.
- Interioriza las amistades del mismo sexo.
- Se siente masculino: Pertenezco.
- Desarrolla interés por el sexo opuesto.
- La madre es importante para afirmar la masculinidad del hijo y para ser su mentor femenino.
- Las hermanas, tías y abuelas estimulan la masculinidad del hijo mostrando apropiado amor y afecto femenino.
- El padre y la madre modelan las relaciones sanas de varón-hembra.
- Corteja mujeres, respetando lo femenino y aprendiendo más acerca del sexo opuesto.
- Afirma su masculinidad por medio de otros modelos de rol masculino: como entrenadores, profesores, pastores.
- Descubre y clarifica su identidad sexual: hombre entre los hombres, un hombre con una mujer.
- Se separa de la familia, estableciendo su propia identidad, opiniones y visión del mundo.
Sexta etapa: Adultez (21-Ancianidad)
- Busca pareja.
- Interdependencia: Es autosuficiente, pero pide ayuda cuando lo necesita. Confía en sí mismo y en los demás.
- Forma su propia familia.
- Ama a su esposa.
- Ama a sus hijos.
- Cumple su misión y sentido de la vida a través de buscar activamente objetivos y sueños.
- Buenos amigos:
- a. Parejas: Comparten actividades como familias.
- b. Parientes: Comparten actividades como familias.
- c. Amigos varones: Vínculo y actividades.
- Devuelve a los demás (Comunidad, nación, el mundo). Hace de mentor de otros.
- Madurez: Se relaciona como adulto (no como el niño) con los padres y suegros.

FUENTE: Richard Cohen, Gay Children, Straight Parents: A Plan for Family Healing. Sobre este libro haremos el próximo curso, titulado: ¿Hijos homosexuales/lesbianas? ¿Qué hacer para prevenir o curar?

Gracias, Pablo. Bendiciones.
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Excelente iniciativa Pablo. ¡Bendiciones!
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