El mito de la Revolución de Mayo de 1810

Lamentablemente hay en Argentina una ignorancia tremenda acerca de algunos hechos históricos que ocurrieron en el pasado y aquel 25 de mayo de 1810 no es excepción. Esto es en parte porque la historia fue rescrita a partir de 1852 para darle una connotación distinta y que justifique corrientes filosóficas provenientes del iluminismo francés, sumado a que se usó al sistema escolar para propagar el engaño.  

La Junta del 25 de mayo de 1810 significó el primer gobierno “autónomo” de España, gracias a una provisión legal del imperio español sancionado por Carlos V el 12 de septiembre de 1537. Los miembros de la Junta jamás se plantearon una “revolución” o incluso la “independencia” de España. Esta se da recién en 1816 debido a los atropellos cometidos por la monarquía al enviar tropas realistas y prueba de esto es que las batallas por la independencia son posteriores a 1816, no a 1810. Si alguna vez se preguntaron por qué “tardaron” 6 años en declarar la independencia, este es el motivo… no había una intención de buscar la independencia en 1810.

En mayo de 1810 se constituyó una junta local de gobierno en nombre del Rey Fernando VII, porque España había sido invadida por los ejércitos de Napoleón Bonaparte y el emperador francés había designado como rey de España a su hermano José Bonaparte. Tal junta de gobierno se conformó en virtud del derecho otorgado por la Real Cédula del Emperador Carlos V, del 12 de septiembre de 1537, el cual, en caso de vacancia de la autoridad facultada por el Rey, indicaba que se eligiese un gobernador en nombre del rey. Por eso es importantísimo distinguir entre gobierno “autónomo” (1810) y gobierno “independiente” (1816). Al estar vacante el trono real español, el poder volvía al cabildo, lo que de hecho ocurrió ese 25 de mayo en Argentina y se extendió de modo pacífico y generalizado a Caracas, Bogotá y Santiago de Chile, ya que la doctrina jurídica aplicada era la misma: al estar vacante el trono y sin regente, el cabildo tenía autoridad para declarar la autonomía provisoria.

Ese 25 de mayo de 1810 no aconteció una revolución popular contra la monarquía española. Recién a posteriori pudo ser interpretado como antecedente de la independencia (1816), dándole a los hechos ese cariz libertario independentista con el que usualmente entendemos hoy la expresión. Como se afirmó, en mayo de 1810 la independencia no era la intención, sino que la voluntad independentista no se decantó hasta que el desgobierno y los desmanes absolutistas de la restaurada monarquía española se hicieron evidentes también para con el pueblo del continente americano. Esto se hizo evidente, por ejemplo, mediante el envío de los regimientos realistas contra los cuales pelearon por la independencia americana los ejércitos criollos liderados entre otros por Güemes, San Martín y Belgrano.

¿Pero acaso los colores de las cintas que French y Berutti repartían en mayo de 1810 no eran los de la bandera Argentina, presagiando así la independencia? En realidad no, ya que eran un símbolo de la monarquía española, como podemos ver en la banda que llevan distintos reyes de ese período:

Carlos IV, Rey de España desde el 14 de diciembre de 1788 hasta el 19 de marzo de 1808
Fernando VII, Rey de España entre marzo y mayo de 1808 y, tras la expulsión del intruso José Bonaparte, desde diciembre de 1813 hasta 1833
Alfonso XIIº, Rey de España entre 1874 y 1885

Esto tal vez explique el por qué tantas banderas de países hispanoamericanos compartan los colores:

Argentina, Honduras, Nicaragua, El Salvador

Fue recién después de la derrota de Caseros el 3 de febrero de 1852, que los acontecimientos de la Semana de mayo se tiñeron de la connotación iluminista-liberal a la francesa por obra de personajes como Mitre y Sarmiento que prefirieron denostar nuestra realidad hispano criolla y llamarla la “Revolución” que nunca fue. Como afirma el historiador Olivera Ravasi: “Dos escritores fueron los encargados de recrear la nueva historia de Argentina: Vicente Fidel López y Bartolomé Mitre. ¿Por qué? Porque hacía falta mostrar que Argentina no había nacido católica y monárquica, sino laicista y democrática, de lo contrario, ellos se encontraban en el partido equivocado y luchando contra la Patria”.

Si tuviésemos que resumir lo que pasó ese 25 de mayo, deberíamos afirmar: el Rey Fernando VII está preso, no hay regente, el gobierno de España no tiene autoridad para gobernar las Indias, la regencia es usurpadora (Bonaparte), existe el peligro real de que los franceses entreguen el virreinato a los ingleses o a los franceses y por eso se establece esta autonomía, con la Junta Provisional, a nombre del Rey, un 25 de mayo de 1810.

© Pablo Muñoz Iturrieta 2020

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Recomiendo estos interesantes artículos y libros al respecto:

  • El sitio “Que no te la cuenten”, dirigido por el doctor en historia P. Javier Olivera Ravasi.
  • Enrique Díaz Araujo, Mayo revisado, editorial UCALP, La Plata, 2010.
  • Bernardo Lozier Almazán, Mayo de 1810. La Argentina Improvisada. 1810-1860, Medio siglo desencuentros, Editorial Dunken, San Isidro, 2009.
  • Vicente Dante  Sierra, Historia de La argentina, Editorial Científica Argentina, Buenos Aires, 1967, Tomo  I.
  • Guillermo Furlong, “Francisco Suárez fue el filósofo de la revolución argentina de 1810”, en Atilio Dell’Oro Maini y otros, Presencia y sugestión del filósofo Francisco Suárez. Su influencia en la revolución de Mayo, Instituto Vitoria y Suarez, Buenos Aires 1959.
  • Jaime Delgado, La Independencia Hispanoamericana, Instituto de Cultura Hispánica, Madrid 1969.
  • Dr. Juan G. Ravasi, “25 de Mayo de 1810: ¿qué se celebró al final?”, en  http://www.quenotelacuenten.org/2014/06/15/25-de-mayo-de-1810-que-se-celebro-al-final/
  • Dr. Javier Olivera Ravasi, “Derribando el mito de la independencia americana”, en http://www.quenotelacuenten.org/2019/05/24/independencia-americana-el-caso-de-argentina-25-de-mayo-de-1810/#_ftnref10

4 Comentarios

  1. Esa banda que llevan esos reyes cruzando su pecho es la Orden de Carlos III y es una condecoración creada para «recompensar a los ciudadanos que con sus esfuerzos, iniciativas y trabajos hayan prestado servicios eminentes y extraordinarios a la Nación» .

    Lleva los colores de la Inmaculada Concepción porque está bajo la advocación de la Inmaculada; la imagen de ésta aparece en el centro la cruz de ocho puntas que forma la condecoración (en concreto usa la famosa Inmaculada de Murillo) y entre las condiciones para otorgarla, debía el recipiendario creer el Misterio de la concepción inmaculada de María.

    Se crea como orden militar católica y por ello Gregorio XIV otorga a su maestre, que siempre es el Rey, autoridad para disponer sobre asuntos religiosos de los miembros, incluida la absolución y la bendición apostólicas.

    En cierto modo esa orden es el equivalente hispánico a la Orden del Espíritu Santo francesa, también borbonica, y a la Orden de San Genaro fundada por el mismo Carlis III cuando era Rey de Nápoles.

    Cuando la Primera Junta de Gobierno («Junta Provisional Gubernativa de las Provincias del Río de la Plata a nombre del Señor Don Fernando VII») alguno de sus miembros llevaron esos colores para significar su adhesión a Fernando VII.

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