Con Lula en el poder en Brasil la persecución se ha agravado, al punto de que los brasileños enfrentan no solo la privación de libertad, sino también la censura en redes sociales y el cierre de cuentas bancarias, forzándolos al exilio. ¿qué está pasando? Un tribunal brasileño había obligado a X (Twitter) a «bloquear ciertas cuentas populares en Brasil. El propietario de X, Elon Musk, anunció que X desafiaría la orden de la corte y levantaría todas las restricciones.
El juez Moraes exigió ilegalmente que Twitter revelara información privada sobre los usuarios de Twitter que usaron hashtags que consideró inapropiados. Exigió acceso a los datos internos de Twitter, en violación de la política de la plataforma. Censuró, por iniciativa propia y sin respetar el debido proceso, las publicaciones en Twitter de parlamentarios del Congreso brasileño. Y Moraes trató de convertir las políticas de moderación de contenido de Twitter en un arma contra los partidarios del entonces presidente Jair Bolsonaro.
Los archivos de Twitter también revelaron que Google, Facebook, Uber, WhatsApp e Instagram traicionaron al pueblo de Brasil. Los ejecutivos de estas empresas proporcionaron al gobierno brasileño datos personales de registro y números de teléfono sin orden judicial y, por lo tanto, violando la ley. La llamada “dictadura de la toga” ha intensificado su persecución a los opositores políticos, condenando a familias enteras por protestar contra las irregularidades electorales.
Pablo Munoz Iturrieta 